Uñas que se ponen blancas, gruesas y deformes

Marcia Z. de Chile, pregunta:

Soy chilena, tengo 30 años y ya desde hace 4 que mis uñas del dedo gordo de los pies comenzaron a ponerse blancas, gruesas y deformes; fue un proceso paulatino y al cabo de un tiempo se contagiaron también otras uñas y digo contagiado porque acudí al dermatólogo y el me explicó se trataba de hongos, me prescribió lamisil y luego tavor, lo que no me dio resultado, estando como 1 año en tratamiento.

Cambié de médico y comencé a tomar otro medicamento, dermoxil, el que sólo pude tomar por 3 meses porque luego quedé embarazada no conociendo su efectividad.

Estoy pronta a dar a luz, gracias a Dios tengo sólo 3 uñas enfermas, todas del pie izquierdo y aquí ya llega el verano y me avergüenzo de mis uñas, que parecen pintadas de blanco ¿qué me sugiere? Además estoy preocupada porque en las uñas de las manos he visto aparecer lineas verticales en el color de la uña. Necesito su consejo por favor.

El Dermatólogo responde:

Las manchas blanquecinas de la lamina ungueal o leuconiquia en asociación con una onicodistrofia (engrosamiento y deformidad de la lámina)  pueden obedecer a diversas causas (infección por hongos o bacterias, déficits de hierro o de ciertas vitaminas, anemia, ciertos medicamentos, alteraciones endocrino-hormonales, trastornos digestivos, microtrauma por calzado apretado, psoriasis, eczemas, etc.). Muchos de éstos procesos de causa incierta pueden ser diagnosticados con precisión mediante una biopsia ungüeal.

Como Especialista en Micología Médica con más de 40 años de experiencia en este campo dermatopatológico debo decirle que de cada decena de casos como el suyo tan sólo 2 ó 3 son infecciones por hongos patógenos. Para diagnosticar una onicomicosis (hongos) es imprescindible utilizar técnicas auxiliares precisas (examen micológico directo con KOH y cultivo en medio de Sabouraud o DTM) y estas sencillas pruebas de laboratorio no se utilizan con la debida frecuencia confiándose la mayoría de las veces en un simple y potencialmente erróneo diagnóstico visual ( «…deben ser hongos…»).

El tratamiento de estas onicosis (enfermedades de la uña), suele ser lento y desesperante, excepto cuando se trata de una onicomicosis (infección por hongos), que resulta mucho más sencillo gracias a la amplia disponibilidad de fármacos específicos disponibles.

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