Lesiones persistentes en el pene.

Hombre, 32 años:

Hace varios años que de manera recurrente con intervalos de primero de 1 semana y posteriormente de más de 6 meses, aparece un enrojecimiento del pene con descamaciones de forma redonda, en ocasiones con ardor pero nunca con pus. En las primeras apariciones se llenaba el pene de estas laceraciones pero conforme ha pasado el tiempo sale menos, pero sigue saliendo. Ya fui con un urólogo y me recetó miconazol con unas pastillas, en el momento se quitó pero continúa. Posteriormente un amigo internista me dio aciclovir pensando en algo viral pero nada. Por lo que he podido investigar es una candidiasis pero posiblemente al no ser bien tratada continúa. Hace como 1 año me hice exámenes de sangre, orina y vih, sifilis, herpes y salieron bien. Estoy casado desde hace 8 años y si he tenido otras compañeras en el transcurso, en su mayoría con protección.

Zonas: Glande y prepucio
Desde hace cuanto: 2 años

El Dermatólogo responde:

Los episodios recurrentes de balanitis (rojez e inflamación del prepucio o glande) pueden tener varias etiologías que repasaremos a continuación en orden de su especial frecuencia:

  1. La candidiasis genital afecta a estas zonas presentando unas lesiones máculo-pápulo-eritematosas (manchas y puntos rosados en forma de «fresa») que suelen cursar con prurito y escozor. La mayoría de los casos son consecuencia de infecciones entre parejas por contacto íntimo (son posibles enfermedades de transmisión sexual) o a través de fómites (ropas contaminadas). Dicha afección puede ser asintomática en las mujeres que, sin embargo, actúan como portadoras y transmisoras del hongo a su/s partenaires y éstos, a su vez, continúan la cadena de contagio epidemiológica. Esta característica hace imprescindible la práctica de cultivos y exámenes directos micológicos del paciente y sus contactos, a fin de evitar recidivas. El tratamiento de pareja contempla el uso local de cremas antifúngicas y antimicóticos por via oral.
  2. La balanitis irritativa primaria o alérgica de contacto son dos procesos que presentan una sintomatología similar pero que se deben a una intolerancia o alergia frente a diversas sustancias de uso o aplicación local, como jabones, detergentes de lavado inadecuados, fibras textiles acrílicas o sintéticas, ejercicios violentos continuados con exceso de sudoración, roce y maceración persistentes, cosméticos, uso de jeans muy ajustados, higiene inadecuada, cremas y pomadas con corticoides potentes de uso excesivo, etc. El tratamiento contempla medidas preventivas evitando contactantes intolerantes y cremas corticoides suaves con hidrocortisona+lactato amónico.
  3. Las balanitis atópica y la seborreica son dos dermatosis de similar sintomatología clínica y de influencia heredofamiliar más o menos directa que afvorece la cronicidad y recurrencia lesionales. Los factores de influencia de los anteriores procesos que acabamos de considerar son comunes con éstos, sobre todo en los atópicos. Para los eczemas seborreicos de localización genital (tienen también lesiones en cuero cabelludo, lados de la nariz y entrecejo..) debemos considerar la probada influencia de las situaciones de estrés emocional. La terapia es la misma que en las dos dermatosis anteriores.
  4. El herpes simple genital cursa en forma de brotes o recaidas con lesiones eritemato-vesículo-erosivas (manchas rojas, con agüilla y herida) de idéntica localización. Causada por el virus del herpes simple (HSV-2) es transmisible por vía sexual (E.T.S.). Se trata en pareja con antivíricos locales y generales con una eficacia parcial debido a su evolución crónicamente caprichosa.