Granitos faciales que empeoran en invierno

Mujer de 22 años desde España:

Hace dos años, siempre después de salir de la ducha en invierno me salían unos granos rojos pero no tenían cabeza ni nada.
Después de un tiempo a lo largo del día se me pasaba y así por un tiempo.
Después ya esos granitos se quedaron en mi piel y por más que aplicaba limpiadores, mascarillas y de todo no hacía nada para quitarlo, me ardía y me dolía la cara un montón.
Fui al médico y me dijo que tenía alergia a los factores climáticos, me derivo al dermatólogo y este no me miro casi y me dijo que tenía acné, lo que me recomendó no me sirvió de nada y seguía igual.
Con el tiempo me he dado cuenta de que me afecta sobretodo en invierno, ya que en verano tengo la piel perfecta.
Cuando empieza el viento y el frío otra vez se me agravó y empezaron a salir otra vez estos granitos.
Ya no sé qué hacer porque nadie me da una solución, espero que me puedan dar una respuesta.
Son granitos rojos que me duelen y me arden pero no tienen ningún tipo de cabeza.

El Dermatólogo responde:

La localización facial de las lesiones, su aspecto, su edad y el hecho de que mejoren en verano nos aporta ciertos datos diagnósticos a valorar:

  1. Algunos tipos de acné suave comedoniano mejoran en gran manera durante los meses estivales por la acción beneficiosa de la radiación ultravioleta solar.
  2. La urticaria «a frigore» cursa con lesiones o ronchas pruriginosas en temporadas de clima frío, dando lugar en ocasiones a reacciones acneiformes reactivas a lo largo del tiempo.
    Es frecuente en personas jóvenes (menores de 30 años) puede producirse tanto por la exposición a bajas temperaturas, lavarse o bañarse en agua fría, la ingesta de bebidas frías o, incluso, el simple contacto de la piel con objetos fríos.
  3. El millium facial es una dermatosis que evoluciona con lesiones papulosas milimétricas blanquecinas o del color de la piel principalmente alrededor de los párpados y las mejillas. Estos pequeños quistes de queratina suelen relacionarse con una exposición solar inadecuada, pieles grasas y acnéicas, el tabaco,… en personas predispuestas.
      • Utiliza un dermolimpiador para pieles sensibles a diario. Existe gran variedad de limpiadores especiales para pieles propensas a la irritación cutánea.
      • El vapor ayuda a destapar tus poros. Ya sea hirviendo agua en un recipiente o simplemente dejar correr agua caliente en el baño.
      • Exfolia el área suave y cuidadosamente para evitar irritación.
      • Evita siempre la manipulación de las lesiones. Solo empeora la condición con el riesgo de infección y mala cicatrización.
      • Utiliza fotoprotección.  Preferiblemente un factor de protección solar (FPS) 50+ en base oilfree.
      • Tratamientos tópicos con retinoides . Los retinoides  son compuestos químicos derivados de la vitamina A. En farmacia podemos encontrar presentaciones de libre venta en crema o gel que se utilizan para tratar un amplio espectro de trastornos dermatológicos desde la psoriasis, el acné, las hiperpigmentaciones (manchas) hasta el fotoenvejecimiento. A nivel tópico son habituales ciertos efectos adversos como la irritación local con eritema (enrojecimiento cutáneo), la descamación y la fotosensibilidad. Por lo que su uso nocturno es preferible, combinando con un fotoprotector oilfree por el día. Para favorecer la tolerancia de la piel, se pueden espaciar las aplicaciones (cada 2 ó 3 noches), pero en caso de intolerancia se debe suspender el tratamiento.

Para su caso concreto, el tratamiento debería contemplar:

  • El uso de antihistamínicos orales en las temporadas de invierno.
  • Puede asesorarse con un profesional de salud acreditado sobre una dermoabrasión facial mediante peeling con ácido retinoico (o similar: ácido glicólico, ácido salicílico, peróxido de benzoilo).
  • Recuerde elegir cosmética (limpiadores, cremas, fotoprotectores…) con base oilfree.